
Era tarde y ya todos se habían ido. Unas cuantas botellas y cajetillas vacías daban cuenta de lo que había sido el departamento durante la tarde. Salí de la cocina y alcancé a escuchar la voz del dueño de casa:
- Van a tener que dormir apretados, porque no tengo más frazadas… Pero no creo que les moleste.
Él respondió “No te preocupes”. Yo solo le sonreí.
1 comentario:
Reconozco ese vaso fácilmente, pq justo llegué a tu blog por la serie de "cut outs".
Así que reciclando material. Ta bien.
Saludos.
Publicar un comentario