
- No me mires con esa cara. No me voy a arrepentir.
- Lo mismo dijiste la última vez.
- Si lo sé, pero esta vez es diferente.
- Diferente por qué?
- Porque no hay nada que me haga cambiar de opinión.
- Nada?
- Nada
Sacó las llaves de su bolsillo y las dejó sobre la mesa. Dio media vuelta y caminó hacia la puerta.
Antes de salir me miró por última vez.
- Estás segura?
No lo estaba, pero no tenía opción.
- Si, estoy segura – dije, y procuré no llorar mientras se iba.
4 comentarios:
Hoy buscando una palabra, encontre una liga que me llevó a un atisbo de ti, indagué más buscando la esperanza de un alma gemela con temor a encontrar la quimera de un alma solitaria, por un momento pensé en la posibilidad de otra existencia en otro tiempo y espacio donde un pequeño guiño intelectual que llegó a mí a través del internet fuera el sueño de una vida hasta más allá de la muerte, hoy cierro esta página y no guardaré ninguna referencia de esta vida desconocida y en algún sueño de mi vejez te recordaré.
Lloraré.
Me gusta.
Creo que uno muchas veces dice estar seguro de algo y las rodillas te tiemblan silenciosas.
saludos
te puedo abrazar?
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