15 de enero de 2008

Quise ser guitarra





Contigo quise ser guitarra.

Quise que mis curvas se acoplaran con tus brazos y que con tus manos recorrieras mi cuello. Quise que con tus dedos acariciaras mis cuerdas, arrancándome notas profundas que retumbasen por todo mi cuerpo. Quise ser todo para ti, y que tú fueras sólo por mi.

Esa noche, quise ser guitarra.

4 comentarios:

Srta. Lepidóptera dijo...

Igual es raro como una guitarra puede ser a veces un objeto inerte sin mayor sentido y en ocasiones puede ser prácticamente un ser vivo.

No se, ...yo me entiendo

Anónimo dijo...

yo también te entiendo.

echale un ojo a mis historias.
www.historias777.blogspot.com

Elena Mardorf dijo...

tu cuento me recordó una poco romántica canción de los funkeros de los tetas...

papi donde está el funk quiero saber donde está el funk chururururu...(8)

hetsah dijo...

en general me perturba un poco la idea de parecerme a un objeto, "prefiero usar que ser usada" -en el buen sentido, ehh-

ya sabes, la parte malvada femenina