15 de noviembre de 2006

Incoherencia formal





Aquí es donde todo termina.
Siempre creí que sería diferente.

Y sin embargo ella parecía saberlo desde un principio.
Nunca debí confiar.

Cada día que pasa me parece una farsa más grande que la anterior.
Y mis argumentos son siempre rebatibles.

Debería pensar en retirarme.
No hay ninguna razón para continuar semejante boludez.

Tampoco puedo creer que hayas llegado hasta la mitad del camino, sólo para regresarte. Eres un pendejo.

Lamentablemente hoy no estoy de humor.
Gracias.

1 comentario:

Carlos Rijo dijo...

Creo que es un lamento, una confesión, pero que dicha de esa forma es elegante y conviene saber que el decir las cosas de ese modo libera y prepara para futuras vicisitudes