7 de noviembre de 2006

Año 5





Trago saliva y miro hacia el túnel. Mi reflejo me mira lánguido desde la ventana. (Estación Los Héroes, lugar de combinación…)
Empiezo a recordar, aunque las imágenes aparecen revueltas en mi cabeza.

Domingo de octubre, 10pm, 5 años atrás.
Estación Los Héroes. Bajaba las escaleras con el pecho apretado. Algo iba a pasar.
El viaje fue agobiante, no podía pensar.
Estación Departamental. Me estaban esperando.

Las imágenes se cruzan nuevamente y los recuerdos se confunden.
Es tarde. El vagón va casi vacío. (Estación Universidad de Chile)
Otra imagen.

1am. Un departamento ajeno, una cama que no era la mía. No podía estar tranquila. Mi hermano dormía plácidamente, y mi mirada oscilaba entre la ventana y el teléfono.
No podía hacer nada… sólo esperar.

El tren se detiene una vez más. (Estación Baquedano, combinación...)

2am. Sonó el teléfono. Sólo podían ser malas noticias.
- “… también lo siento mucho, pero tenía que ser así…”

Después de eso, sensaciones vagas. La noche más fría que nunca, las lágrimas tibias y la angustia de lo irremediablemente predecible.

(Estación Manuel Montt)
Las puertas se abren, nadie sube, nadie baja. Túnel. Otra estación.

Un salto.
Martes, dos días después, 10:30am. Una sala atiborrada de gente que no conocía y otras que quizá vi alguna vez.
Seis hombres de negro sacaron el cajón y el resto marchó lentamente tras ellos – manzana I1, bóveda 135, todavía me acuerdo.-
Después de ayudar a bajarlo, su hijo menor dio las últimas palabras (“…estamos despidiendo a un hombre bueno…”)

(Estación Escuela Militar… todos deben descender…)

¿Por qué te fuiste tan rápido? Todo quedó a medias. Un cigarro a medio fumar en el cenicero, miles de libros sin leer, miles de historias sin contar.
Nos fallaste.
Nos faltaste.

Calle Los Militares Norte.
Camino derecho hacia delante, pero con la vista en el suelo. Mi cabeza tambalea, me siento mareada.

Te recuerdo caminando a mi lado – “paso lento, pero firme” -
Levanto la mirada, un poco más viva que antes, y camino acompañada.

En realidad nunca quisiste irte.
En realidad nunca te fuiste.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

a. toda. raja.

muy bien escrito, realmente.

Carlos Rijo dijo...

En realidad es muy conmovedor,parece un lamento muy real y logra transmitir un sentimiento muy profundo de pérdida irreparable. Te felicito por poderlo expresar con tanto realismo.

Anónimo dijo...

es difícil leerlo sin recordar esos momentos, pero por sobretodo sentir que camina a nuestro lado es un bálsamo que reconforta.

m.r.s. dijo...

"paso lento, pero firme...", te quiero